Por eso esperaba con la carita empapada a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
 porque ya sabes que me encantan esas cosas que no importa si es muy tonto, 
soy así. 
y aún me parece mentira que se escape mi vida imaginando que vuelves a pasarte por aquí, donde los viernes cada tarde, como siempre, la esperanza dice
 "quieta, hoy quizás sí..."
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario