miércoles, 17 de noviembre de 2010

¿Por qué me enamoro de la primera persona que me presta la mínima de atención?


La felicidad es un rayo, un chubasco que se va tan rápido como llegó. La felicidad es fugaz, no la vimos venir que ya se fue No tuviste tiempo de ni ilusionarte con la felicidad que pasa una ráfaga que te deja perplejo, mas vacío y desnudo que antes. Él: ¿Pero por qué estás tan triste? Yo: No me des bolilla, nada de lo que dije es cierto. Vos, cuando sientas cerca la felicidad agarrala fuerte, aferrate. Sí, porque es esquiva, es desgraciada, es reacia a quedarse mucho tiempo en un lugar. Que no sea un chubasco más en tu vida. Hay que aferrarse bien fuerte a la felicidad porque está hecha de aire, y rápidamente se nos puede escapar de las manos.
Hay frases que digo siempre. Pero hoy siento que nadie me escucha de verdad. Así es la vida” digo siempre. “Ustedes van a cobrar” me gusta decir. “Si no pasa nada es que pasa algo” digo a veces. “Ustedes van a cobrar” esa la digo bastante. Pero la frase que más me gusta decir es “nadie es perfecto”, lo digo todo el tiempo, pero nadie me escucha de verdad. Todos sufren porque no son perfectos. Todos ven lo que falta. Todos ven el defecto, las fallas. Todos ven lo que no tienen ¿pero si dejaran de querer ser perfectos? ¿Y si en lugar de ver lo que falta vieran lo que hay? ¿Y si en lugar de ver lo malo vieran lo bueno? ¿Y si en lugar de ver lo que no tienen vieran lo que tienen? Y bueno, nadie es perfecto, así es la vida.

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