miércoles, 1 de diciembre de 2010

¿Por qué todo pasa siempre en el peor momento?


Todas las historias tienen un final y no es feliz; quizá me equivoqué pensando en un futuro junto a ti.
Y sé que no se puede cambiar nada ya, paso de rayadas porque ni siquiera ya me quedan ganas.
Tengo una espina clavada que se agota como la tinta
no todo es tan bonito como te lo pintan.
Y lo siento, sé que no soy perfecto pero caray, juro no volver nunca jamás a mirar hacia atrás.
Nadie puede calmar este odio que encierro dentro, mi cuerpo está por explotar, 
murió y quedó sin sentimientos. Miento al decir que soy otro pero vivo en el abismo, 
no es que mi corazón esté roto, es que ya no es el mismo. Mis ojos están secos, ya no lloran, pero quiero desahogarme de este peso que me controla
Y quizás sea verdad, ya no sé qué creer, quizá el amor no exista y me pregunto por qué creí en él.
Las promesas son mentiras, el silencio te escucha, el tiempo nos olvida, la vida es una continua lucha.
El paisaje cambia porque no puedo pintarlo yo; si sigo aquí es porque tengo un contrato con Dios.
Mis heridas no se sanan, pero sí se hacen más grandes. ¡Tú no me entiendes, cállate, mírame, dime que sientes! Tú decides si quieres olvidarme o vivir con eso. 
Confieso que no sigo siendo aquel aunque lo intento. Te juro que pensé que tú podías ser mi vida 
y no quiero pensar que me equivoqué como la mayoría. Y sé que mereces mucho más,
 quizás me sienta así por nunca sabértelo dar.
Se empieza por perder la ilusión y luego la magia
después va la esperanza hasta que ya no queda nada; ¡Solo rabia, odio! 
Todo esto porque se acaba. Sientes como la poca luz que queda se apaga.

Y no hay final feliz, pero sí pudo haberlo si no fuera por esta vida que llevo podría verlo 
con mis propios ojos, y sí, se que fue por mi culpa, dejé de poner de mi parte y me callé como una puta.
Yo también cometo errores y estoy harto de pecar, por mucho que me mueva siento estar en el mismo 
lugar. ¿Rectificar o no? He aquí la cuestión, lo siento no sirvió de nada: el orgullo pudo al corazón.
Lo reconozco, los dos tuvimos fallos, pero yo me acabé cansando del amor cuando sé que tú 
no.
Y lo peor es que sueño con recuperar esa vida, él me arrebató tantísimo que ni te lo imaginas.
Y juré no mirar hacia atrás pero cada día lo hago, sabes bien que es 
la primera vez que me arrepiento de algo. Quiero cambiar, fui ese cobarde que se dio por vencido y 
te aseguro que me odio y odio en lo que me he convertido, solo soy uno más o ni siquiera eso. 
Yo también sufro aunque no rezo a un dios solo me tengo a mí. Perdí personas, perdí tiempo
cosas que me quiero, algo que no podría pagar ni el mismísimo dinero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario